En Suiza, los costes de los servicios públicos tales como las infraestructuras, el tráfico, la educación, la policía, el ejército, la salud, la seguridad social, etc., se cubren fundamentalmente con los impuestos de las personas privadas, las empresas y el IVA. De esta forma, todas las personas contribuyen a una vida pública que funcione correctamente.
Para calcular los impuestos sobre la renta y sobre el patrimonio que deben abonar, tanto los ciudadanos suizos como las personas con un permiso de establecimiento C deben hacer anualmente una declaración tributaria. Los formularios de declaración tributaria están disponibles desde principios de año. La declaración tributaria se puede cumplimentar con un programa de software gratuito y presentarla tanto de forma electrónica (eFiling) como por correo postal. A aquellos empleados extranjeros con residencia o domicilio fiscal en Suiza que no tengan el permiso de establecimiento C ni estén casados con una persona que posea la nacionalidad suiza o cuente con un permiso de establecimiento C se les deducirán los impuestos directamente de su salario (impuesto deducido en la fuente). Esto afecta a aquellas personas que tengan un permiso de residencia B anual, a los solicitantes de asilo, así como a los extranjeros con permiso semanal de trabajo. No obstante, las personas sujetas a esta retención deben cumplimentar una declaración tributaria si también lo están a una liquidación tributaria posterior (p. ej., si tienen unos ingresos profesionales de al menos 120 000 CHF).
En caso de dudas diríjase a su administración fiscal comunal, a una oficina de asesoramiento o a un agente fiduciario.